Fundación ConecTEA está focalizada en la detección temprana de los signos del autismo en niños pequeños.

Una de las cosas más importantes que se puede hacer en las edades tempranas de nuestros hijos es aprender a reconocer los primeros signos de autismo. La edad y la intensidad los primeros signos del autismo varían ampliamente, puede suceder que sólo algunos bebés muestran indicios en sus primeros meses. En otros, los comportamientos se vuelven obvios a partir de los 2 o 3 años, y si tienen lenguaje verbal, el diagnostico puede retrasarse hasta años más tarde, incluso en la pre-adolescencia.

Por este motivo, un diagnostico temprano con una intervención temprana es muy importante en los primeros años de vida. El 79% de los casos diagnosticados con Trastorno del Espectro del Autismo, la voz de alarma la da la familia. No todos los niños con autismo muestran todos los signos. Muchos niños que tienen autismo muestran algunos. 

Repasamos los más importantes:

Autismo en niños pequeños.

Algunos de los signos de autismo en niños pequeños son:

• No responden a su nombre.
• Evitan el contacto visual.
• No sonríen generalmente cuando interactúas con ellos.
• Se enojan mucho si no les gusta cierto sabor, olor o sonido.
• Pueden movimientos repetitivos, como agitar las manos, mover los dedos o mecer el cuerpo.
• No hablan tanto como otros niños ni utilizan el lenguaje de una manera funcional, a veces incluso repitiendo las mismas frases.

Autismo en niños mayores.

Los signos de autismo en niños mayores pueden incluir:

• No parecen entender lo que otros piensan o sienten, es difícil que identifiquen las emociones en los demás.
• Les resulta difícil decir cómo se sienten.
• Me gusta una rutina diaria estricta y se enoja mucho si la cambian.
• Tienen un gran interés en ciertos temas o actividades.
• Les resulta difícil hacer amigos o prefieren estar solos.
• Se toman las cosas muy literalmente, por ejemplo, es posible que no entiendan frases como «romper una pierna».

Autismo en niñas y niños.

El autismo a veces puede ser diferente en niñas y niños. Por ejemplo, las niñas autistas pueden ser más tranquilas, pueden ocultar sus sentimientos y pueden hacer frente mejor a las situaciones sociales. Esto significa que el autismo puede ser más difícil de detectar en las niñas.

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