Muchos niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden experimentar déficits en el procesamiento de la información sensorial, principalmente del sentido vestibular, propioceptivo o táctil.
La integración sensorial es el proceso por el cuál captamos toda la información que proviene del entorno y de nuestro cuerpo, el cerebro recibe la información, la interpreta y la filtra, quedándose únicamente con la que es relevante para la actividad que queremos realizar, esto es lo que nos permite desenvolvernos de forma adecuada en la vida diaria.
Este aspecto, influye en la conducta y las respuestas que damos ante determinadas situaciones o actividades.
La valoración, suele realizarse a través de un cuestionario a la familia y observación directa por parte del profesional, viendo la reacción del niño/a hacia diferentes estímulos.
Una vez valorado el caso, el terapeuta ocupacional para realizar una completa evaluación utiliza las siguientes herramientas:
1. Entrevista estructurada con la familia o cuidadores principales.
La familia o los cuidadores principales son las personas que pasan la mayor parte del tiempo con el/la niño/a, por lo que son los que más información nos pueden aportar acerca del procesamiento sensorial de su hijo/a. Nos aportan información acerca de qué tipo de estímulos son aquellos que el/la niño/a percibe o no de forma adecuada y su repercusión en las actividades de la vida diaria. Por ejemplo, la familia puede identificar si hay mayor sensibilidad a la hora de peinar el cabello, cortar las uñas, o si presenta buena percepción del umbral del dolor ante una caída, entre muchos aspectos.
Los familiares son quienes muestran las principales preocupaciones, intereses y necesidades, por ello, al final de la evaluación se establecen objetivos de manera conjunta con ellos.
Por último, también se recomienda obtener información junto con los/as profesores/as del niño/a. La correcta integración de todos los estímulos, de nuestro cuerpo y del entorno, repercuten de manera directa sobre la capacidad de atención, posicionamiento, manejo de utensilios o sobre las habilidades sociales, aspectos que se ven reflejados en el rendimiento escolar.
2. Cuestionario de procesamiento sensorial (Perfil sensorial).
El Perfil Sensorial es una prueba de valoración estandarizada que mide patrones de disfunción sensorial. Se trata de un cuestionario subjetivo, puesto que lo rellenan los cuidadores principales y varían en función de la visión de los mismos.
Consta de preguntas referentes a la vida diaria de la persona, en la que marcar una puntuación entre 0 y 5, siendo el valor del 0 “no aplicable” y 5 “casi siempre”. Permite delimitar aspectos que se desarrollan con cierta normalidad de aquellos que se ven influenciados por un inadecuado procesamiento sensorial. Además, permite identificar que sistemas son los que tienen mayor repercusión sobre el comportamiento, los problemas emocionales o en el retraso del desarrollo.
Esta prueba, como se ha mencionado anteriormente, debe ser cumplimentada por la familia y corregida por un terapeuta ocupacional.
Existen diversas variaciones, en función de la edad del usuario. También, nos encontramos la versión para cumplimentar por el personal docente, identificando el patrón sensorial dentro del contexto escolar.
3. Observaciones estructuradas del desempeño motor en relación con los sistemas sensoriales. Observaciones clínicas.
Se trata de un grupo de observaciones de habilidades motoras y comportamientos relacionados con el procesamiento de la información sensorial, que ayudan a crear una visión global de la capacidad del niño/a para realizar las tareas diarias y considerar los factores que pueden estar obstaculizando su rendimiento.
Se realizan acciones para observar los aspectos relacionados con el desarrollo, el tono muscular, control postural y reflejos posturales, la coordinación motriz, el equilibrio, la motricidad fina y gruesa, entre otros.
4. Observaciones libres.
Este tipo de observaciones se realizan con la finalidad de identificar qué aspectos a nivel sensorial pueden estar dificultando un correcto desarrollo o adquisición de habilidades en el niño/a.
A través de esta, podemos apreciar cuales son las preferencias de juego, motivaciones, el nivel de alerta y de actividad ante determinadas acciones, cuál es su comportamiento frente a diferentes estímulos sensoriales, postura o reacciones asociadas, entre otros aspectos.
Durante la evaluación, también se emplean otras pruebas como el Beery-Buktenica Test del Desarrollo de la integración visomotriz. (VMI) o el Test de Integración Sensorial y Praxis (SIPT).
El tiempo de evaluación depende de diversos factores, cómo pueden ser el tiempo de duración de la sesión o las características del usuario. Es importante dedicar a cada niño/a el tiempo necesario para su evaluación de manera individualizada, marcando posteriormente la intervención.
Ante cualquier duda de una dificultad en el procesamiento de la información sensorial, es recomendable consultar siempre con un profesional que tenga formación específica en esta área.
Os animamos a visitar nuestra web, en la que encontrareis información y diferentes recursos sobre estos aspectos y en caso de dudas, puedes escribirnos a nuestro correo info@fundacionconectea.es.
Estamos #JuntosenelAutismo
la capacitacion es impresindible para la educacion inclusiva
Muchas gracias por su comentario!
¿Qué profesionales están facultados para hacer la Evaluación del perfil Sensorial?
Buenas tardes, ustedes dan cursos para aplicar las baterías de valoración en niños con problemas sensoriales?
Respecto a la pregunta anterior, ¿Que profesionales pueden hacer la evaluación y seguir con la aplicación de la terapia ocupacional?