A menudo, cuando planteamos junto a las familias los objetivos de intervención, demandan trabajar la autonomía, sobre todo las actividades básicas de la vida diaria (aseo, vestido y desvestido, cepillado de dientes, peinar, autoalimentación…). Aspectos cotidianos como cortarse el pelo o las uñas pueden resultar todo un desafío para muchos personas con TEA y sus familias, especialmente en etapas de infancia y adolescencia.
“Es imposible lograr que se corte el pelo, ni en casa ni mucho menos en la peluquería”
“Cuando le llevamos de pequeño a la peluquería le teníamos que agarrar entre ambos y sujetarle porque no se dejaba cortar”
“Es un momento horrible para todos, se pone muy nerviosa, llora, grita y patalea, no sabemos qué más hacer”
“Es una lucha constante, lo intentamos hacer poco a poco pero no logra acostumbrarse”
“No entiendo por qué le cuesta tanto tolerarlo si no duele”.
Todas ellas son testimonios que suelen transmitirnos las familias cuando tienen muchas dificultades para lograr que su hijo/a con TEA se corte el pelo en casa o en la peluquería. ¿Por qué les resulta tan difícil tolerar este tipo de actividades?
Lo que puede suponer cortarse el pelo para una persona autista
Como ya hemos comentados en artículos anteriores, toda conducta tiene un por qué y debe ser analizada en profundidad, pensando y analizando desde diferentes perspectivas qué puede ser lo que esté influyendo, el antecedente y la consecuencia a esa conducta.
Generalmente, las experiencias que suelen tener o recordar los niños y niñas con autismo de sus primeros cortes de pelo, son muy traumáticas. Recordemos que tienen tendencia a tener un pensamiento dicotómico o polarizado, esto quiere decir que cuando razonan no hay matices intermedios, todo es “éxito” o “fracaso”, en ningún caso se darán ambas a la vez o habrá un término medio. Es lógico pensar que, si he tenido una muy mala experiencia ante una situación o determinada actividad, la considere un “fracaso” y no quiera volver a repetirla y no habrá nada en el mundo que me pueda hacer cambiar de opinión. Ahora bien, ¿Por qué fue una mala experiencia?, esta pregunta es el kit de la cuestión para poder intervenir y proponer estrategias adecuadas a las necesidades de cada persona.
Principales dificultades que pueden estar impactando en que no quiera cortarse el pelo.
Una o mas de estas dificultades pueden ser la base que está impactando a la hora de cortarse el pelo:
Estas dificultades se transformas y se observan a través de conductas desajustadas:
Estrategias que podemos seguir para evitar este tipo de conductas
En las diferentes áreas en función de la base observada , podemos aplicar diferentes estrategias en varias áreas, y teniendo en cuenta la edad de la persona, aunque muchas de ellas se pueden aplicar para niños y para adultos:
Comunicación y lenguaje:
- Ir a conocer previamente a la persona que va a realizar el corte de pelo.
- Hablar con el/la peluquero/a y que nos explique los pasos que va a seguir.
- Utilizar en todo momento la principal forma de comunicación de la persona con TEA, ya sea lenguaje oral o un SAAC.
Comprensión:
- Ver videos o leer cuentos sobre otros niños o personajes que van a la peluquería a cortarse el pelo, esto le ayudará a saber que no es el único.
- Hacer juego simbólico con muñecos con pelo largo, cortando ellos el pelo del propio muñeco para hacerlo más realista.
- Acompañar a un familiar a que se corte el pelo en la misma peluquería, de esta forma podrá observar que para esa persona es una experiencia positiva ir a la peluquería.
- Marcar en el calendario con una foto o pictograma el día en el que nos vamos a cortar el pelo, para que lo pueda ir anticipando y asumiendo con tiempo.
- Utilizar reforzadores antes, durante y después de la actividad de peluquería.
- Tener a la vista una secuencia con los pasos a seguir para que pueda anticipar qué está pasando en ese momento o cuándo termina la actividad.
Procesamiento sensorial:
- Conocer previamente el perfil sensorial o cómo procesa la información nuestro hijo/a, antes de ir a la peluquería, de esta forma sabremos mejor cómo ayudarle. Si no se tiene esa información, acudir primero al especialista en procesamiento sensorial, el terapeuta ocupacional, para que lo evalúe y pueda dar pautas.
- Jugar e interactuar con los objetos que van a utilizar en la peluquería hasta que los tolere adecuadamente, de esta forma le serán familiares y las sensaciones le serán más reconocibles y menos desagradables.
- Llevar un objeto de apego o de regulación personal, que pueda usar en aquellos momentos en los que se sienta más nervioso.
- En casos de tener sobre-respuesta ante este tipo de estímulos, hacer previamente con el profesional adecuado, una desensibilización sistemática.
- Si en casa está acostumbrado a ciertos productos con ciertos olores llevar estos mismo a la peluquería para que le sean familiares.
Entorno:
- Hacer varias visitas para conocer el lugar antes de ir a cortarnos el pelo, de esta forma se podrá hacer a ciertos estímulos como los olores (laca, perfumes, tintes…) o ruidos (secadores, lavabos con agua, música ambiental…)
- Elegir días y horas en las que haya menos barullo de personas, de esta forma el ruido ambiental será menor.
- Exponer en casa a posibles ruidos que nos podemos encontrar en la peluquería, por ejemplo, ruido del secador, de la maquinilla de cortar el pelo…
- Pedir al establecimiento si se pueden ajustar las luces en el caso de que el peque tenga sensibilidad a nivel visual.
Experiencias previas:
- Hacer memoria de aquellas cosas que hemos podido hacer en situaciones anteriores que le hayan podido ocasionar una experiencia negativa a la hora de cortarse el pelo (agarrarle, enfadarnos, cogerle las manos o sujetar la cabeza, posibles tirones de pelo…)
- Es muy importante que la próxima experiencia en la peluquería sea positiva.
Estrategias que puedes utilizar durante y después del corte de pelo
En esta infografía te resumimos las principales estrategias:
Ante cualquier duda que os pueda surgir, siempre recomendamos contactar con un profesional especializado, para identificar correctamente la base de la dificultad y establecer el método de intervención más adecuado.
¿También tu hijo/a se resiste a la hora de cortarse el pelo en la peluquería? ¿Qué estrategias te han funcionado para conseguir que se corte el pelo y sea una experiencia tolerable y agradable para él? ¿Consideras que entrenar el corte de pelo debe hacerse desde un enfoque puramente cognitivo-conductual o como menciona el artículo la base del problema puede venir por diferentes vías?
¿Has superado el reto? Pues es hora de celebrarlo. Si no lo has superado, no pasa nada, sigue intentándolo. Si después de leer este artículo, te surgen dudas, puedes escribirnos a info@fundacionconectea.es, estaremos encantados de ayudarte.
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