Pantallas antes de dormir y autismo

Los problemas para dormir en niños y niñas son cada vez más frecuentes hoy en día, y el uso de pantallas y smartphones es global. Incluso en una familia, podemos contar con múltiples dispositivos que nos acompaña de manera habitual a lo largo de nuestro día a día en diferentes contextos: social, ocio, educativo, incluso el terapéutico.

La Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el uso de pantallas en niños menores de 18 meses.

  • En niños y niñas de 18 a 24 meses de edad, se recomienda un uso de pantallas compartido con los padres.
  • En niños y niñas mayores de 2 años se recomienda hasta un máximo de 1 hora  de uso de pantallas al día

En este artículo vamos a repasar aspectos básicos que debemos tener en cuenta cuando se plantea una situación de dificultad en el sueño, relacionado con el uso que podemos hacer de pantallas y dispositivos de este tipo, y qué estrategias podemos llevar a cabo para plantear mejoras.

¿Qué ocurre en los menores con autismo?

En comparación con niños y niñas con un desarrollo típico, los niños y niñas con TEA realizan un uso más compulsivo de Internet y de los videojuegos. Suelen tener más dificultades para desconectarse del uso de las pantallas, posiblemente debido a la naturaleza repetitiva, restringida y en el mismo formato del contenido electrónico.

Así mismo, los niños y niñas con TEA suelen presentar una mayor falta de atención y se ven más afectados por el uso de las pantallas en su vida social, educativa y familiar. Sin embargo, no podemos olvidarnos que los dispositivos electrónicos pueden ser útiles como herramientas para promover la comunicación y apoyo en la enseñanza de las actividades de la vida diaria.

En los niños y niñas con TEA, hasta un 80% de ellos presentan problemas para dormir. En ocasiones esto es debido no tanto al uso de las pantallas, sino al contenido que ven en ellas. Este contenido suele ser estimulante, con variedad de sonidos, colores y luces, lo que provoca una estimulación. Además, los dispositivos electrónicos de los que hablamos, como las Tablets o TV, son dispositivos que los niños y niñas  suelen utilizar acercándose mucho las pantallas a la cara, lo que aumenta la exposición a luces con alta intensidad. Esta luz puede influenciar en el sueño, ya que aumenta el estado de alerta y retrasa la aparición natural del sueño. 

¿Qué podemos hacer para favorecer el sueño?

  • Reducir la actividad física justo antes de irse a dormir, pero aumentar este tipo de actividades deportivas durante el día. 
  • No utilizar dispositivos electrónicos antes de irse a dormir como actividad “relajante”, sino utilizar otros elementos como libros y juguetes. 
  • Establecer un tiempo en el dormitorio previo a la hora de dormir con luces tenues e indirectas, como lamparitas de mesa, de tal forma que no haya luces fuertes encendidas. 
  • En el caso de utilizar dispositivos electrónicos:
    • Bajar la iluminación de la pantalla.
    • Establecer el “modo lectura” para disminuir la famosa “luz azul” que desprenden las pantallas y que aumenta el estado de alerta. 
  • Reducir la variedad de estímulos que hay en la habitación, principalmente de posibles ruidos, tales como los que provengan de la calle o de dispositivos electrónicos como la televisión.  
  • Tener en la habitación una temperatura adecuada, ni mucho frío ni mucho calor. 
  • Intentar cenar por lo menos una hora antes de irse a dormir.
  • En el caso de utilizar una Tablet como herramienta de comunicación, tratar que siempre sea la misma y que esta no se extienda a otros usos como juegos o ver videos. 
  • Cuando se emplean herramientas digitales con fines lúdicos, es recomendable establecer un tiempo delimitado, y a ser posible, un periodo del día, lejos de la hora de dormir. Además, puede resultar de utilidad para las personas con TEA, hacer uso de apoyos visuales, como los relojes de arena o cronómetros, para favorecer la comprensión del límite de tiempo. 
Ejemplo de apoyos visuales para pautar rutinas y actividades. Fuente: Ana Sanz Robledo.

Lo ideal es establecer una rutina con los hábitos mencionados arriba, entre otros, antes de irse a dormir, que sea lo más relajado posible, de tal forma que poco a poco, se vaya instaurando y permita el acceso a un sueño adecuado. Puedes consultar este artículo anterior sobre el sueño en el autismo que te podrá ser de utilidad.

¿Tienes alguna duda sobre este tema? Puedes escribirnos a info@fundacionconectea.es o dejarnos un comentario e intentaremos responderte lo antes posible.

Estamos #JuntosenelAutismo

Referencias

Amanda L. Richdale, K. A. (2018). Examining sleep hygiene factors and sleep in young children with and without autism spectrum disorder. Research in Autism Spectrum Disorders 57, 154-162. doi:10.1016/j.rasd.2018.10.008

Ashura Williams Buckley, D. H. (2020). Practice guideline: Treatment for insomnia and disrupted sleep behavior in children and adolescents with autism spectrum disorder. Neurology, 392-404. doi:10.1212/WNL.0000000000009033Jiayong Lin, I. M.-X.-R. (2019). The relationship Among Screen Use, Sleep, and Emotional/Behavioural Difficulties in Preschool Children with Neurodevelopmental Disorders. J Dev Behav Pediatr, 40(7), 519-529. doi:10.1097/DBP.0000000000000683

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