La educación es un derecho fundamental y el 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de concienciar a la población mundial acerca de la importancia de este derecho fundamental.
Cuando tu hijo o tu hija es diagnosticado/a de autismo, además del shock del diagnóstico, de la tristeza frente a las expectativas de vida rotas en el futuro que generalmente todos tenemos, de la incomprensión del entorno que nos rodea, además de todo eso,… descubrimos las numerosas barreras a las que nos tocará enfrentarnos, tanto las personas con TEA como sus progenitores o sus apoyos en su vida. Una de esas barreras es la educativa. Con todo el potencial y la influencia del contexto educativo que tiene en el aprendizaje de una persona.
Antes del diagnóstico, muchas familias ven el ir a la escuela como un proceso sencillo, los niños van al colegio, hacen exámenes, salidas, actividades extraescolares, van al comedor, etc… Pero cuando tu hijo o hija se etiqueta con «necesidades educativas especiales» es necesario que se realicen tanto una evaluación (la evaluación psicopedagógica) como unos ajustes razonables en el contesto educativo. Entonces esa actividad educativa que parecía «sencilla» se complica mucho, y padres y madres debemos conocer procesos que a veces son difíciles de entender.
Evaluación psicopedagógica, dictamen educativo, adaptación curricular, adaptación metodológica, inspección educativa, orientador… son términos que muchos padres y madres desconocemos. Y conocerlas es muy necesario, pues en cada Comunidad Autónoma es un mundo y se interpretan de una manera concreta, e incluso se aplican de una manera «especial», a veces individual (según quien lo haga) y no siempre con el mismo criterio.
Las modalidades de escolarización
En este post, vamos a explicar un poco cómo vive este contexto el alumnado con autismo en la Comunidad de Madrid, el ámbito principal de actuación de Fundación ConecTEA. Los modelos de escolarización para el alumnado con autismo en la Comunidad de Madrid son cuatro básicamente, aunque hay una última que comentamos al final, que es una variación de educación especial.
1. Modalidad ordinaria sin apoyos.
Muchos alumnos con TEA están en esta modalidad de educación ordinaria, generalmente son casos que aún no están diagnosticados. Como habitualmente tienen lenguaje oral bueno o muy bueno, sacan buenas notas y tienen alguna rareza, pero no son conflictivos en clase, se deja pasar el diágnostico y pasan más desapercibidos. Frecuentemente, se descubren en secundaria o incluso bachillerato, cuando ya ha sucedido alguna situación que alerta a los padres o las situaciones sociales producidas han llamado la atención. Algunos de estos alumnos pueden haber sido diagnosticados previamente de altas capacidades o de TDAH, pero también pueden tener autismo, pues hay estudios que señalan que hasta el 50% de las personas autistas tienen TDAH, por lo que debería ser también algo a vigilar como posibilidad.
2. Modalidad ordinaria con apoyos.
En esta modalidad, los alumnos reciben el apoyo del orientador/a de la zona con un número de sesiones a la semana, generalmente menos de 9 horas, a veces incluso de manera conjunta con otros alumnos. Aquí también suelen aparecer alumnos de altas capacidades, sin diagnosticar de autismo. Muchos de ellos no son tratados como alumnado con autismo, y los perfiles profesionales que les atienden, no tienen las competencias ni capacitación adecuadas en TEA, especialmente en conocimientos de manejo de conducta, adaptaciones metodológicas más adecuadas o problemas de procesamiento sensorial.
Estas son algunas de las situaciones vividas por familias de alumnado en esta modalidad que nos comentan que les han ocurrido:
- Alumnos de etapa infantil, recién diagnosticados, que tienen que a pasar un año en esta modalidad antes de concederles la plaza en Centro Preferente con la consecuencia de que pierden un año vital en su desarrollo sin los apoyos intensivos que necesitan tanto en esta etapa.
- Alumnos con autismo que tienen menos necesidades de apoyo «en teoría» (suelen tener lenguaje oral y curricularmente van bien o no generan conflictos en el entorno educativo). Muchas veces alumnos con dictamen en centro preferente acaban en esta modalidad o bien se ha convencido a los padres y madres de que sus hijos «no están tan mal para entrar en una plaza de Centro Preferente», o bien no han tenido más opciones que aceptarla por ausencia de plazas. La consecuencia más dramática de esta modalidad: hay momentos desestructurados en el centro educativo como el recreo, o el comedor en el que estos alumnos sobreviven sin apoyos necesario, donde no son los contenidos curriculares (contenido de las materias educativas) las que se priman y no se realiza ningún tipo de intervención ni ajustes con ellos en estas situaciones. Por ejemplo, suele ser habitual que no cuenten con ellos en los programas de patios, por lo que el área social en el autismo a veces carece de intervención en el centro o no se benefician de estos programas a pesar de su dificultad de interacción social.
- Alumnado al que no se le ha cerrado el diagnóstico de autismo aún. Suelen ser perfiles de alumnos con otras comorbilidades como TEL, TGD o TDAH, que hasta que no son algo más mayores, no confirman el diagnóstico, y mientras han ido pasando un curso tras otro. Frecuentemente como el diagnóstico no señala autismo aún, la evaluación psicopedagógica no identifica una necesidad educativa más acorde y un ajuste más ajustado. Por ejemplo: dotar de más tiempo para que un alumno realice un ejercicio o un examen o ponerle la letra más grande cuando lo que necesita es una estructuración de la información para que se mejore la comprensión de los enunciados o los conceptos que se estudian o evalúan.
- Alumnos procedentes de plaza en centro preferente a los que no se les han hecho adaptaciones curriculares (AC) significativas, y les obligan a renunciar a estos apoyos. Esta ultima casuística es la que nos estamos encontrando en los últimos años: alumnos con plaza en centro preferente a los que se les obliga o bien a renunciar a la plaza o bien se les obliga a aceptar las adaptaciones curriculares para que puedan seguir en ella, y al negarse, no les queda otra opción que esta modalidad.
3. Modalidad en centro preferente TGD/TEA
En esta modalidad aparece alumnado con diagnóstico de autismo muy claro, a veces debido a la alta necesidad de apoyos en el momento tanto del diagnóstico inicial en edades tempranas (suelen carecer de lenguaje oral, no controlan esfínteres, muy poca autonomía…) como en alumnos que presentan necesidades de estructuración en muchos espacios, mejora de la comunicación, intereses restringidos, altas necesidades de mejorar en las habilidades sociales, etc… Esto trasladado a sesiones semanales, superan las 9 horas.
Este alumnado dispone de dos profesionales (habitualmente es un PT Profesor de Pedagogía Terapéutica, AL Profesor de Audición y Lenguaje o TIS Técnico de Integración Social) con conocimientos más específicos en alumnado con TEA, y suelen atender a un máximo de 5 alumnos, cuya intervención se hace tanto dentro del aula TEA (un aula específica) como en el aula de referencia con el resto del alumnado.
En general, los entornos de estos centros educativos tienen bastantes adaptaciones y los procesos internos educativos reflejan la existencia de alumnado con autismo (Proyecto Educativo de Centro o PEC, Plan de Acción Tutorial o PAT o el Plan de Convivencia, el Plan de Atención a la Diversidad PAD) y están adaptados. Cuando un centro se convierte en centro preferente, debe adaptar procesos internos, y esto obedece a un cambio transformacional que dura varios años hasta que se consolida esta cultura en el centro.
En los últimos 5 años, se ha aumentado más de un 100% las plazas en centros preferentes, por la creciente prevalencia del alumnado con autismo. Actualmente hay en la Comunidad de Madrid 646 centros. Esto supone que muchos profesionales se han incorporado a ocupar estas plazas de especialistas en autismo, y aunque sería deseable que tuvieran una adecuada capacitación, esto no ocurre en todos los casos, lo que produce muchas veces frustraciones en el alumnado con TEA y también en sus familias.
La debilidad del sistema actual es que realmente no es un sistema consolidado. Está carente de procedimientos que describan un buen funcionamiento, con buenas prácticas educativas y en muchos casos es la interpretación y la motivación personal de los equipos directivos y del personal especialista la responsable de determinar hasta donde llega la inclusión y con ella el cambio cultural del centro educativo. Esto sumado a lo comentado anteriormente dificulta una buena implantación de esta modalidad.
4. Educación especial
La educación especial es una modalidad educativa donde accede el alumnado que no está en ninguna de las modalidades educativas anteriores. En general se podría pensar que es un alumnado cuyas necesidades educativas no son capaces de ser atendidas en los centros educativos ordinarios y por ello deben ir a estos centros.
Los centros de educación especial comprenden dos etapas educativas: EBO (Educación Básica Obligatoria) hasta los 16 años, que comprende 10 cursos académicos ,los seis primeros corresponden a la etapa de Educación Primaria y los cuatro últimos a la de Educación Secundaria Obligatoria, y TVA (Transición para la Vida Adulta). Los currículos educativos en educación especial no son homologables a los currículos de la educación ordinaria, con las consecuencias que esto implica en los itinerarios educativos del alumnado, pues la oferta educativa es muy reducida a medida que crece el alumnado.
Si nos fijamos de manera particular en lo que ocurre, las familias nos cuentan situaciones muy diferentes que han hecho que su hijo o hija haya sido derivado a esta modalidad:
- Alumnado con autismo con grandes necesidades de apoyo: a veces con otros trastornos o síndromes comórbidos, a veces también con discapacidad intelectual, que no es posible que sea atendido por apoyos intensos como el Centro Preferente TGD/TEA. Suelen comenzar en centros preferentes en algún curso en infantil o en primaria, pero según van creciendo, son derivados a educación especial.
- Alumnado que ha estado en un centro preferente en la etapa de primaria, y que como resultado de la trayectoria en este ciclo, aplicando los criterios de escolarización, no cumplen los mismos para su paso a otros ciclos educativos ordinarios, como la Educación Secundaria Obligatoria. En ese caso, es cuando se les deriva a educación especial.
La modalidad de educación especial dispone de sólo 6 centros especializados en alumnado con autismo en la Comunidad de Madrid, todos de ámbito privado. No existen colegios públicos de educación especial que estén especializados en este perfil de alumnado ni en sus características generales, por lo que en algunos casos, es complicada la atención educativa también en estos centros y muchos acaban también en centros de educación especial generalistas, donde a veces no se conocen las particularidades del autismo.
En el curso 2022/2023 se han abierto 11 aulas de educación especial en colegios públicos. Esta modalidad de reciente creación hace que el alumnado TEA comparten recreos y otras actividades complementarias con el resto del alumnado del centro ordinario, pero sin compartir su currículo educativos, ya que como hemos comentado antes, no son asimilables, algo importante a tener en cuenta para saber sus implicaciones en el itinerario educativo.
Modalidad combinada o proyectos de aulas estables
En el caso de la Comunidad de Madrid, hay una última modalidad, denominada combinada, en la cual hay alumnos que acuden una serie de horas a centros ordinarios y otras a centros de educación especial (estando escolarizados en esta última), pero que es un proyecto muy reducido, porque no existen muchos proyectos de este tipo y necesita que se den coordinaciones y predisposición entre centros cercanos para facilitar la asistencia a ambos centros por parte del alumnado.
Puedes encontrar la información de todas las modalidades educativas en el buscador de colegios de la Comunidad de Madrid en este enlace:
https://gestiona.comunidad.madrid/wpad_pub/run/j/MostrarConsultaGeneral.icm
¿Qué modalidad educativa es la mejor para un alumno con autismo?
Responder a esta pregunta no es algo sencillo, porque depende de lo bien que estén identificadas las necesidades educativas del alumnado, y los ajustes razonables que deben emplearse. Por otro lado, cuando se deben llevar a cabo ajustes razonables, no valen solamente buenas intenciones, sino que es necesario que se den una confluencia de factores en los centros educativos:
- Adecuada cultura educativa para recibir a los alumnos con autismo en todo el centro, en todos sus procesos educativos, desde los generales a los particulares, desde los ordinarios a los no ordinarios (no habituales).
- Adecuada capacitación por parte de los profesionales específicos y no específicos en autismo del centro.
- Un entorno accesible (uso de adaptaciones visuales, estructuración del entorno, reducción de estímulos sensoriales, etc…)
- Un entorno participativo, donde el alumnado con autismo pueda expresar su opinión, más allá de ser o estar.
- Un centro educativo que cuente con las familias en una adecuada coordinación para maximizar el desarrollo y el aprendizaje de la persona con autismo.
En este ámbito, donde la gestión no es uniforme, depende de cada centro, y como hemos dicho anteriormente, depende de las personas que dirigen, evalúan, identifican, apoyan, trabajan con el alumnado con TEA.
No podemos dejar de pensar en el factor suerte que muchas familias nos comentan, incluso con situaciones muy diferentes en el mismo centro educativo. ¿Por qué no se uniformizan los procedimientos y las buenas prácticas educativas para el alumnado con autismo? ¿Por qué no se crean más recursos educativos que permitan que el alumnado autista desarrolle más sus capacidades en estos período del desarrollo tan importantes?
Esperamos que algún día se pueda dar una respuesta adecuada a estas cuestiones.
El futuro del entorno educativo para el alumnado autista
Lamentablemente, la tendencia en los últimos años es que no se existen recursos suficientes en este entorno, preocupación generalizada que nos transmiten muchas familias, teniendo en cuenta que es muy importante, ya que influye mucho en el desarrollo de los niños y niñas y en la evolución del diagnóstico de autismo.
Con una prevalencia en aumento, quejas de las familias, consultas con dudas en el ámbito educativo, . Posiblemente veamos en breve lo mismo que ya está ocurriendo en otras políticas sociales como atención temprana, evaluación de discapacidad o dependencia: una lista de espera similar para acceder a recursos especializados también en este ámbito.
Es por ello que es muy necesario que los padres y madres conozcamos tanto los derechos, cómo son los procesos educativos y los recursos a los que deben acceder los alumnos con autismo para que alcancen el mejor desarrollo posible en el sistema educativo en función de una buena identificación de necesidades educativas y una buena planificación de recursos, y una buena ejecución de los mismos, pues son calificados como alumnos con necesidades educativas especiales por la normativa (NEE).
El entorno educativo está transformándose, especialmente porque debe dar respuesta a un aumento de la prevalencia que posiblemente no va a ir acompañado de unos recursos acordes, y eso obligará a cambiar los enfoques y funciones educativas tanto del profesorado especialista como del que no lo es. En la ponencia de Juana Hernández en el XX CONGRESO AETAPI Transformando los apoyos educativos para mejorar el futuro ya se dan pistas de esta transformación.
En el siguiente enlace puedes acceder a ver la ponencia entera: https://www.youtube.com/watch?v=LPspbRtAlK4
¿Y tú qué opinas de la escolarización del alumnado con autismo? Puedes dejarnos un comentario más abajo o escribirnos a nuestro email, contándonos tu experiencia educativa.
Estamos #JuntosenelAutismo
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