El autismo en la edad adulta

Suele ser común que cuando hablamos de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), tendemos a pensar en niños/as y jóvenes, no en adultos. No obstante, sabemos que el TEA acompaña a la persona a lo largo de toda su vida y va a estar presente cuando llegue a ser adulta. No desaparece, pueden mejorarse algunos aspectos con terapias y tratamientos, pero permanece. Hablemos de adultos con autismo o adultos autistas. Y en este punto, algo muy importante: usemos el lenguaje apropiado: los adultos no son chicos o chavales, son adultos, y el lenguaje no debe infantilizarlos.

Una persona con TEA, tendrá necesidades económicas, sociales y afectivas al igual que el resto de personas mayores de su edad. El bienestar y la calidad de vida con la que las afronte, dependerá de la intervención que se haya realizado a nivel neurológico, fisiológico y psicológico a lo largo de su ciclo vital. Este hecho, hace necesario plantearse desde la etapa infantil la siguientes preguntas ¿Cuáles son las barreras con las que puede encontrarse mi hijo/a en un futuro? ¿Qué puedo hacer para que tenga un envejecimiento lo más pleno posible?

Debemos reflexionar en el hecho de que la edad cronológica no tiene porque coincidir con la edad mental, por lo tanto es difícil asociar el concepto de adulto a un periodo de edad concreto. Independientemente de esto, se hace necesario disponer de un enfoque completo como decíamos desde una etapa temprana en que más tarde llegará esa transición a la edad adulta para que la persona sea lo más independiente posible. 

Una de las dificultades con las que nos encontramos, es la heterogeneidad que presenta el colectivo TEA, es necesario, centrarnos en cada uno de las personas para  poder conocer de manera individual, sus puntos fuertes y sus debilidades, elaborando desde un principio un plan de intervención que dé respuesta a sus necesidades, teniendo en cuenta aspectos sociales y psicológicos. 

Barreras para la transición a las etapas de adultez

En Fundación ConecTEA consideramos que es necesario tener en mente y identificar las barreras que las personas autistas se encuentran a lo largo de su vida.

Inclusión, equidad y participación social

No se trata de la inclusión por que sí. La sociedad tiende a un modelo para todos igual y tiene que ser capaz de ser flexible y ajustarse a las necesidades de cada persona. La inclusión y el concepto de equidad (permitirle dar a cada persona lo que necesita) a nivel social debe poder permitir a cualquier persona con autismo el poder acceder y participar de cualquier actividad o ámbito en igualdad de condiciones que una persona que no tenga autismo, evitando situaciones de discriminación.

Educación

La educación es clave para poder ir un poco más allá. Se hace necesario que el sistema educativo se adapte y prepare para la educación en todas las etapas: infantil, primaria, secundaria, bachillerato, universidad, etc…Que tenga en cuenta los cambios físicos, psicológicos y emocionales que una persona experimenta a lo largo de su vida. Los recursos y apoyos que necesitan las personas con autismo no deben desaparecer en etapas educativas, deben ser continuos y deben intensificarse en las etapas primordiales como las temprana, pues son clave en el desarrollo de la persona.

Pero también contemplar que aunque hablemos de adultos, y siempre es posible obtener mejoras en aprendizaje y en autonomía. Existen «prejuicios invisibles» sobre las personas adultas con TEA:

  • A veces parece que existe al tratarse de una persona adulta, no puede acudir a terapias (porque de manera preconcebida se asocian a niños).
  • No se considera que se puede seguir dando funcionalidad a los aprendizajes en el contexto natural y generalizar los aprendizajes en cualquier ámbito, mejorando la autonomía, porque como es un adulto/a, ya no es posible.
  • No se analiza si se pueden seguir creando las suficientes oportunidades para el conocimiento del entorno, para entender y practicar de una manera más experimental y flexible lo que se aprende en el entorno educativo y eso trasladarlo a otros contextos o situaciones de la vida diaria.

Se hace necesario disponer de un enfoque completo desde una etapa temprana en que más tarde llegará esa transición a la edad adulta para que la persona sea lo más independiente posible. 

Entorno laboral

Ofrecer acceso a experiencias laborales. El proceso de contratación no suele ser flexible, es el mismo para todos, dejando a un lado que personas con menos habilidades sociales, puedan realizar trabajos donde su nivel de desempeño sería adecuado o incluso superior que la persona contratada que supo realizar mejor la entrevista, aquella que supo «vender» mejor sus aptitudes y que aparentemente va a lograr que el trabajo sea realizado con los mejores resultados.

Vivienda

Preparar a la persona para en la medida de lo posible, tenga acceso a una con vivienda propia, con programas de entrenamiento para ello, y programas que mejoren también la convivencia a nivel familiar.

¿Qué aspectos sociales y psicológicos pueden estar alterados y que afectan a la calidad de vida que puede tener una persona autista?

Pues consideramos los siguientes como factores principales en el autismo:

  • Dificultades en las funciones ejecutivas (toma de decisiones, planificación, elección, tener un objetivo y llegar a conseguirlo, etc.).
  • Habilidades comunicativas.
  • Habilidades sociales.

Otros factores a tener también en cuenta, que pueden aparecer (no de una manera generalizada) en adultos con autismo como el estado de salud general. Las personas mayores con un trastorno del espectro autista están expuestas a diversos tipos de problemas de salud, como: problemas gastrointestinales, problemas de insomnio, epilepsia, auto inmunización y enfermedades mitocondriales, comorbilidad con otras patologías o trastornos englobados en aspectos de salud mental: esquizofrenia, TOC, ansiedad, etc…

Algunos estudios recientes, sugieren que las personas con una deficiencia intelectual – incluidas las personas con TEA – pueden quedar afectadas de un deterioro cognitivo o de un proceso demenciador mucho más precozmente respecto a la población general. Sin embargo, sigue siendo necesaria la investigación en este campo con tal de averiguar si la prevalencia de la neurodegeneración es más elevada en las personas con TEA, como es el caso de las personas afectadas de trisomía 21, con Síndrome de Down. Es importante, por lo tanto, considerar que hay muchos factores que inciden en el proceso de envejecimiento de las personas con un trastorno del espectro autista.

Todo lo anterior afectará y será importante para determinar el tipo de intervención y apoyos que va a necesitar, así como que su esperanza de vida sea más vulnerable.

La investigación del autismo en la etapa adulta: ¡Participa en nuestro proyecto!

Desde Fundación ConecTEA queremos abordar el futuro de las personas con TEA cuando lleguen a la vejez con un proyecto de investigación. Toda persona TEA que ejerza sus derechos durante su infancia, juventud y vida adulta, llega a la vejez con los suficientes recursos físicos, emocionales e intelectuales para vivir con bienestar.

Las buenas prácticas, los buenos hábitos propician el bienestar en la vejez. El bienestar en la vejez se construye desde la primera infancia y durante todas las etapas del ciclo vital. Todo los esfuerzos de la sociedad (a nivel personal y colectivo) y del Estado (a través de las políticas públicas), se hacen para preservar la vida y llegar a la vejez con bienestar.

La investigación consiste en la realización de una encuesta piloto que permita recoger información relacionada con el desempeño de este grupo de población en las funciones vivir, aprender y trabajar, en interacción con los componentes físico, emocional e intelectual. El tiempo estimado de duración será de 2h.

Si estás interesado en participar, escríbenos a info@fundaciónconectea.es

Estamos #JuntosenelAutismo

Referencias:

https://sedome.es/autismo-en-mayores/

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