Dificultades y trastornos del desarrollo: La importancia de un diagnóstico precoz y pautas de actuación

Evaluaciones para dificultades en el desarrollo

El desarrollo infantil es un proceso complejo que abarca cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales. Muchos niños y adolescentes se enfrentan a una variedad de dificultades que pueden afectar a su desarrollo integral. Realizar una evaluación específica de estas dificultades es esencial para implementar un plan de intervención adecuado. 

¿Qué son los trastornos del Neurodesarrollo Infantil? 

Los Trastornos del Neurodesarrollo Infantil hacen referencia a las dificultades presentadas en la infancia o durante el periodo de desarrollo que interfieren en la adquisición de diferentes habilidades, capacidades o competencias. De hecho, algunos autores, como Artigas, los consideran como alteraciones o retrasos en el desarrollo de las funciones ejecutivas vinculadas a la maduración del Sistema Nervioso Central. Algunos autores como Galán-López et al. (2017) consideran que dichas alteraciones se pueden expresar en desfases motrices, de lenguaje, de aprendizaje, conductuales o en la interacción social.

La clasificación y denominación de los diferentes trastornos ha ido cambiando según la evidencia científica. Uno de los criterios para hablar de trastornos del neurodesarrollo es la edad de comienzo de su manifestación, que se presentan desde el nacimiento o en la primera infancia y continúan después de los 18 años. 

Según el DSM 5 (Manual de diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatría) incluye:

1. Trastorno del Espectro Autista (TEA). Según Bausela-Herrera, et al. (2019) las personas con TEA muestran déficits en las funciones ejecutivas relacionadas con la inhibición, la flexibilidad cognitiva, la planificación o la memoria de trabajo. Dichas dificultades se pueden observar en conductas como perseveraciones, rigidez o conductas estereotipadas.

Es importante mencionar que, las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) a menudo enfrentan dificultades en el procesamiento de la información sensorial, lo que puede afectar su interacción con el entorno. Estas dificultades pueden manifestarse en una hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos como el ruido, la luz, las texturas o el contacto físico, generando estrés o ansiedad. Del mismo modo, algunos individuos pueden buscar estímulos sensoriales intensos, como movimientos repetitivos o la presión profunda, para autorregularse. Estas alteraciones en el procesamiento sensorial influyen en su comportamiento, sus interacciones sociales y su capacidad para participar en actividades cotidianas.

2. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Se caracteriza por la presencia de inatención e impulsividad, que puede darse con hiperactividad en diferentes grados (Galán-López et al. 2017).  Siguiendo nuevamente a Bausela-Herrera, et al. (2019) las personas con TDAH presentan déficits en funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, principalmente en la memoria de trabajo verbal y en la inhibición de respuestas automáticas.

3. Trastornos del Desarrollo Intelectual es uno de los principales trastornos del neurodesarrollo y afecta a alrededor de un 2% de la población. Se caracteriza por una capacidad reducida de razonar y de comprender una información abstracta o compleja, lo que repercute en los aprendizajes escolares y en las capacidades de adaptación a la vida diaria.

4. Trastornos Específicos del Aprendizaje: es un término general que hace referencia a un grupo heterogéneo de alteraciones que se manifiestan en dificultades específicas en áreas académicas. Se manifiesta en la adquisición en una o más áreas del aprendizaje: lectura (dislexia),  la escritura (disgrafía) y las matemáticas (discalculia). En la valoración de la dislexia se debe indicar si la dificultad se presenta en la precisión de la lectura, en la comprensión de lo leído o en la velocidad lectora para la edad del niño.

5. Trastornos de la Comunicación: 

  • Trastorno del lenguaje: Disfasia o trastorno específico del lenguaje (TEL o TEDL) Niños que  presentan dificultades en la adquisición del lenguaje a pesar de no presentar daño neurológico, cualquier otra condición médica, discapacidad intelectual o retraso global del desarrollo. Además, dichas dificultades son notorias en diferentes modalidades (oral, escrito…). Vienen acompañadas de un vocabulario reducido, construcciones gramaticales pobres y alteraciones significativas en el uso del discurso. Estas dificultades limitan el desenvolvimiento académico y la participación social.
  • Trastorno de los sonidos del habla (TSH): hacen referencia a las alteraciones propias del componente fonológico. Conocidas como Dislalias. El principal aspecto alterado es la pronunciación de algunos fonemas. Dichas alteraciones no están relacionadas con causas anatómicas, déficit sensorial auditivo o influencia sociocultural.
  • Trastorno de la fluidez (disfemia o tartamudez): Afectan a la fluidez del discurso y pueden provocar ataques de ansiedad en la persona.
  • Trastorno de la comunicación social o pragmático: Esta alteración se limita a los componentes contextuales y sociales (semántica y pragmática) del lenguaje, pudiendo llevar a confusión diagnóstica con las personas con TEA en este sentido. Sin embargo, en el Trastorno de la comunicación social no aparecen las estereotipias, intereses restringidos y dificultades en la conducta. 

6. Trastornos Motores: Los trastornos motores son alteraciones que afectan la capacidad de una persona para controlar y coordinar sus movimientos. Pueden ser causados por daños en el sistema nervioso central o periférico, y se manifiestan a través de dificultades para realizar movimientos precisos, mantener el equilibrio, caminar o manipular objetos. Estas condiciones varían en severidad, desde leves dificultades motoras hasta una completa pérdida de la movilidad, impactando la autonomía y la calidad de vida de quienes las padecen.

Como bien nos recuerdan Artigas-Pallarés, et al. (2013) los Trastornos del Neurodesarrollo no se consideran entidades con límites precisos, sino que se caracterizan por la heterogeneidad y puede ocurrir comorbilidad. Por ejemplo, puede haber un porcentaje de personas con TEA que presenten discapacidad intelectual o que se acompañan de trastornos del aprendizaje o con TDAH. En la Dislexia, se suelen presentar antecedentes de Trastorno Fonológico o venir acompañado de Trastorno Específico del Lenguaje o TDAH. El TDAH es muy habitual que venga acompañado de Trastornos de Aprendizaje. 

¿Cuáles son las dificultades en el desarrollo infantil? 

  1. Desarrollo Cognitivo: Dificultades en el razonamiento, dificultades en la memoria o de recuperación de la información, baja velocidad de procesamiento, baja atención, resistencia a la adquisición de aprendizajes, dificultades visoespaciales, así como disfunción ejecutiva. Las Funciones Ejecutivas son las habilidades cognitivas que se muestran más alteradas en los Trastornos del Desarrollo.
  2. Desarrollo del Lenguaje: Retrasos o problemas en la adquisición y uso del lenguaje hablado y escrito.
  3. Desarrollo Motor: Dificultades en la coordinación y el control de los movimientos.
  4. Desarrollo Social y Emocional: Problemas en la interacción con otros y en la regulación de las emociones.
  5. Desarrollo del Comportamiento: Conductas agresivas, hiperactividad, impulsividad. (Galán-López et al. 2017)
Algunos aspectos que podemos observar  Mi hijo/a…
Se tropieza o se cae con facilidad.
Rechaza o tarda demasiado a la hora de realizar las tareas.
Parece que no me escucha cuando le llamo.
Es muy desordenado/a, le cuesta localizar objetos en su cuarto.
Se olvida rápido de las cosas.
Está muy mal sentado/a en la silla, se levanta en muchas ocasiones.
Le está costando mucho aprender a leer o a escribir.
Tiene una alimentación muy restringida, no tolera nuevos alimentos o mezclar comidas.
Se pone muy nervioso/a en espacios ruidosos o con mucha gente. 
Nos lleva hacia los objetos en lugar de pedir lo que quiere.
Parece frustrarse cuando no le entendemos.
Confunde o se salta las letras.
Le está costando aprender a hablar.
Es muy impulsivo/a.
No controla sus emociones.
Evita subir a los columpios.
Presenta conductas inadecuadas o pega sin motivo aparente.
Deambula mucho por el espacio sin un objetivo.
Tiene temas de interés muy específicos y le cuesta hablar de otros temas.
Muestra resistencia a los cambios: rutinas, prendas de ropa u otros.
Se pone muy nervioso/a cuando le cortan el pelo o las uñas.
Presenta dificultades en las habilidades sociales.
Tarda mucho en vestirse o desvestirse, no lo realiza de manera autónoma.

Importancia de la detección temprana y la valoración realizada por un profesional cualificado.

En las primeras etapas del desarrollo infantil el cerebro experimenta un crecimiento de conexiones neuronales que facilitan el aprendizaje, la consecución y desarrollo de diferentes habilidades. Una detección temprana de posibles dificultades o alteraciones en el desarrollo permite modificar y adaptar los patrones de enseñanza aprendizaje al niño y su entorno. Favoreciendo de este modo, el desarrollo del máximo potencial del niño y la minimización de posibles efectos adversos que se puedan derivar del trastorno, como bajos resultados académicos que desembocan en fracaso escolar, o el deterioro de las relaciones interpersonales con compañeros y familiares provocando aislamiento social y alterando el desarrollo de la autoestima.

Por tanto, una detección precoz y una temprana intervención podría mejorar el pronóstico de los trastornos del neurodesarrollo.

Pautas de actuación ante la sospecha de un trastorno del desarrollo  Observación y registro. Mantén un seguimiento regular de los comportamientos o dificultades del niño. Anota cualquier signo que te llame la atención. 
Consulta con un especialista. Si se observan comportamientos preocupantes, el siguiente paso es acudir a un especialista, como un pediatra, neurólogo, logopeda, psicólogo o terapeuta ocupacional.
Evaluación multidisciplinaria. En nuestra Fundación, realizamos evaluaciones para obtener un diagnóstico preciso y planificar el tratamiento adecuado. Nuestras evaluaciones abarcan diferentes áreas, como el desarrollo  cognitivo, social y emocional.
Intervención personalizada. Una vez identificada la dificultad, es esencial implementar un plan de intervención individualizado.

Intervención

La importancia de realizar una intervención individualizada y ajustada a las necesidades de cada persona radica en su capacidad para potenciar al máximo las habilidades y mejorar su calidad de vida. Cada persona presenta características y desafíos únicos, por lo que es fundamental adaptar las estrategias de intervención a sus necesidades específicas. Además, contar con profesionales cualificados garantiza que las intervenciones sean basadas en evidencia científica, seguras y efectivas, lo que maximiza las posibilidades de éxito en el proceso terapéutico.

Tipos de intervención. Logopedia, Pedagogía, Psicología Educativa, Terapia ocupacional, Programas de Habilidades Sociales, Integración Sensorial y Neuropsicología. Los enfoques y metodologías dentro de cada una de las especialidades también pueden ser muy variadas. Lo importante al decantarnos por las diferentes terapias es cerciorarnos que los enfoques utilizados estén validados con evidencia científica, como por ejemplo puede ser la terapia cognitivo-conductual o las llamadas terapias de 3º generación. Algunas personas pueden necesitar una terapia específica, mientras que en otros casos puede ser importante involucrar a diferentes profesionales para proporcionar un apoyo integral a la persona. 

Apoyos educativos: Existen varios programas, medidas y apoyos educativos diseñados para atender las diversas necesidades del alumnado con el objetivo de proporcionar las mismas oportunidades y alcanzar el máximo potencial tanto académico como personal. Se trata de proporcionar una educación adecuada a todo el alumnado, respetando y comprendiendo sus diferencias. Algunas de estas medidas pueden ser: adaptaciones metodológicas, adaptaciones curriculares significativas, materiales adaptados, desdoblamientos, refuerzo educativo, programas de diversificación curricular, aulas específicas. 

Rol de la familia

La familia desempeña un papel crucial en el desarrollo del niño que presenta un trastorno del neurodesarrollo por el apoyo emocional y afectivo que pueden proporcionar, lo que resulta fundamental para el desarrollo de la autoestima y la confianza. Además, pueden crear ambientes estimulantes y, al colaborar con profesionales, diseñar y seguir planes de intervención personalizados que permiten adaptar las actividades diarias del niño permitiéndole participar activamente en la vida familiar y desarrollando su independencia. No debemos olvidar que la familia es el primer entorno social del niño, lo que resulta fundamental para fomentar una actitud inclusiva y respetuosa hacia las diferencias. 

Evaluaciones en la Fundación: Un Enfoque Integral

En Fundación ConecTEA, contamos con un equipo especializado que realiza evaluaciones completas para identificar trastornos del desarrollo. Ofrecemos un enfoque integral, en el que profesionales de diversas áreas colaboran para ofrecer un diagnóstico preciso y un plan de intervención personalizado. Nuestra misión es garantizar que cada niño o niña reciba la atención y las herramientas necesarias para desarrollar su máximo potencial. Si consideras que podemos serte de ayuda, pídenos cita.

  • Bibliografía 

Aguilar-Valera, J. (2017). Trastornos de la comunicación desde el DSM-5. Cuadernos de Neuropsicología, 11(1), 144-156.

Artigas-Pallarés, J., Guitart, M., & Gabau-Vila, E. (2013). Bases genéticas de los trastornos del neurodesarrollo. Revista de Neurología, 56(Supl 1), S23-S34.

Bausela-Herreras, E., Tirapu-Ustárroz, J., & Cordero-Andrés, P. (2019). Déficits ejecutivos y trastornos del neurodesarrollo en la infancia y en la adolescencia. Revista de Neurología, 69(11), 461-469.

Carballal Mariño, M., Gago Ageitos, A., Ares Álvarez, J., del Río Garma, M., García Cendón, C., Goicoechea Castaño, A., & Peña Nieto, J. (2018). Prevalencia de trastornos del neurodesarrollo, comportamiento y aprendizaje en Atención Primaria. Anales de Pediatría, 89(3), 153-161. https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2017.10.007

des Portes, V. (2020). Trastornos del desarrollo intelectual: deficiencia intelectual, discapacidad mental. EMC – Pediatría, 55(3), 1-11.
Galán-López, I. G., Lascarez-Martínez, S., Gómez-Tello, M. F., et al. (2017). Abordaje integral en los trastornos del neurodesarrollo. Revista del Hospital Juárez de México, 84(1), 19-25.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar…