
Terapia Ocupacional en Acción: estructurar para avanzar en el curso escolar
El 27 de octubre celebramos el Día Mundial de la Terapia Ocupacional, este año bajo el lema “Terapia Ocupacional en Acción”, una jornada para reconocer la labor imprescindible de las y los terapeutas ocupacionales que, desde su compromiso y profesionalidad, promueven la autonomía, la participación y el bienestar de las personas en todas las etapas de la vida.
En Fundación ConecTEA, queremos poner en valor la contribución esencial de este ámbito en la intervención con personas autistas, destacando su papel en la creación de entornos accesibles, estructurados y significativos. Su acompañamiento, basado en el respeto a la individualidad y la comprensión profunda de las necesidades sensoriales, cognitivas y emocionales, resulta clave para mejorar la calidad de vida y favorecer la inclusión real.

Aprovechamos este día para felicitar y agradecer a nuestras compañeras del Área de Terapia Ocupacional por su inestimable labor, su implicación diaria y su sensibilidad en el trabajo con las personas atendidas. Y un reconocimiento a Irene Andrés, por el desarrollo del artículo que compartimos a continuación, y a Sofía Paredes, por prestar su voz al vídeo que acompaña este contenido, ayudando a acercar la Terapia Ocupacional a más personas.
Estructurar para avanzar: claves de planificación desde la Terapia Ocupacional en el inicio del curso
Volver a las rutinas, adaptarnos a nuevos entornos, asumir cambios y transiciones, son retos de estos primeros compases del curso, que muchas personas autistas viven con especial intensidad. Desde la Terapia Ocupacional se ofrecen estrategias concretas que permiten una transición más segura, organizada y funcional.
Un enfoque centrado en la persona
En Terapia Ocupacional trabajamos desde un modelo centrado en la persona, lo que significa que reconocemos a cada niño y niña como un ser único, con sus propias fortalezas, intereses, necesidades y contextos. Nuestra intervención parte del respeto por su individualidad y busca potenciar su participación significativa en las actividades que son importantes para ellos y su entorno.
Durante la infancia, muchas de estas ocupaciones están relacionadas con el juego, el aprendizaje y la participación en la vida familiar y social. Por eso, acompañamos a cada niño o niña desde sus propias motivaciones, fomentando su autonomía y su bienestar.
Un área clave que abordamos es la función ejecutiva: la capacidad para planificar, organizar, iniciar y finalizar tareas, regular el comportamiento y adaptarse a los cambios. Estas habilidades son fundamentales para el inicio escolar y pueden presentar desafíos en el caso del autismo.
Desde este enfoque, comprendemos que los hábitos, rutinas, roles y entornos influyen de manera significativa en el desempeño ocupacional. Modelos como el centrado en la familia y marcos de referencia como el Modelo de Ocupación Humana (MOHO) complementan esta visión, ayudándonos a diseñar intervenciones que favorezcan la adaptación escolar, reduzcan el estrés en el hogar y promuevan una participación plena y significativa.
Estrategias prácticas para acompañar el inicio de curso
Apoyos visuales
Agendas visuales con pictogramas o fotografías que representen las rutinas diarias (mañana, tarde, noche).
Listas de pasos para actividades como vestirse, preparar la mochila o hacer tareas escolares.
Relojes visuales o temporizadores para facilitar la comprensión del tiempo.
Rutinas estructuradas y predecibles
Mantener horarios consistentes ayuda a reducir la incertidumbre.
Las rutinas de transición (por ejemplo, entre el juego y las tareas) pueden incluir señales visuales o sonoras.
Anticipar cambios o eventos especiales mediante historias sociales o paneles de anticipación.
Preparación del entorno
Un espacio de estudio organizado y libre de distracciones.
Material escolar accesible, etiquetado y en un lugar fijo.
Crear un “checklist” visual para preparar la mochila o revisar los deberes.
Participación activa
Involucrar a niños y niñas en la creación de sus propios apoyos visuales (por ejemplo, elegir fotos o decorar su horario).
Fomentar elecciones dentro de las rutinas (“¿Quieres vestirte primero o desayunar primero?”) para promover la autonomía.
Recomendaciones para familias y profesionales
Evitar la sobreexigencia: cada niño/a tiene su ritmo; es preferible avanzar con pequeñas metas alcanzables.
Acompañar, no controlar: el objetivo es promover independencia, no dependencia del adulto.
Validar emociones: el inicio del curso puede generar ansiedad o frustración; escuchar y contener es clave.
Colaborar con la escuela: compartir estrategias con docentes y otros profesionales favorece la coherencia en los apoyos.

Conclusión
Una buena planificación no se trata de rigidez, sino de generar seguridad y confianza. Desde la Terapia Ocupacional, podemos ser agentes activos para facilitar entornos estructurados, significativos y accesibles que potencien el bienestar y la participación de niños y niñas en su día a día.
📎 Recurso complementario:
Agenda visual de rutina matutina (ARASAAC)
Hoy, con estas recomendaciones, y con nuestras compañeras "en acción" celebramos y agradecemos su trabajo, su empatía y su mirada profesional, haciendo posible que cada persona encuentre su lugar en el mundo a través de la participación y la ocupación.
#Juntosenelautismo